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Archivos Mensuales: diciembre 2012

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Un representante estudiantil revienta un acto con altos cargos de Wert en la Universidad de Oviedo

 

PARA QUE LUCHAR CONTRA EL SISTEMA, SI EL SISTEMA SOMOS TODOS

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Para que luchar contra el Sistema, si el Sistema somos todos.

Nosotros obedecemos ciegamente y votamos disciplinada-mente cuando dicen que toca, a políticos que decimos son unos corruptos.

Les criticamos que tengan ahorros en paraísos fiscales, etc

Pero nosotros, la mayoría de los miembros de esta  Sociedad:

–Invertimos nuestros ahorros (cuando los tenemos) en la entidad bancaria  o en el negocio que nos de mas rentabilidad sin preguntar como se obtiene esta rentabilidad.

–Pedimos favores a algún político “corrupto” para que nos coloque a un familiar.

–Aspiramos a cambiar de coche cuanto antes y nos olvidamos de la bicicleta.

–No queremos aire , agua y alimentos contaminados y con nuestra actividad diaria desmedida,  no paramos de contaminar.

–Compramos productos de China o de IKEA porque son mas baratos y exigimos empleo donde no se produce lo que consumimos.

–La competitividad nos provoca estrés  y en cambio queremos que nuestro equipo de fútbol favorito sea “competitivo” y humille a sus adversarios.

–Tenemos miedo a la muerte y fumamos, bebemos y tomamos drogas  como locos.

–No queremos la guerra y toleramos la que se impone a los demás.

¿ En verdad el sistema o la Sociedad esta enferma , o somos todos y cada uno de nosotros los que estamos desorientados y damos palos de ciego de forma totalmente incoherente?.

Creo que son momentos de retro-inspección hacia nuestro interior y no es porque sean unas fechas, que para la comunidad cristiana,  invitan a ello, sino porque estamos llegando al final de un ciclo donde nos estamos dando cuenta de  que habitamos en un Planeta finito, donde el crecimiento continuo es imposible.

Nuestras vidas, las de cualquier animal o planta, nos indican que hay un momento para nacer, crecer, mantenerse, decrecer, morir y volver a renacer.

A nivel global, en nuestro Planeta como organismo viviente que es, también ocurre lo mismo. Partes del Planeta, Países diferentes, iniciamos un recorrido (creíamos de éxito) con fases de “crecimiento” tan solo económico y ahora estamos ya  en la fase de decrecimiento, esperando el desenlace, para volver a renacer.

Otras partes del Planeta en cambio están en sus fases “gloriosas” de crecimiento (China, India, Brasil….), pero en todas ellas como nos pasaba a nosotros anteriormente, en plena fase de crecimiento, también hay desequilibrio y sufrimiento.

El Equilibrio global conocido consiste en esto (sea con un modelo  económico u otro conocido), nacer, crecer, mantenerse, decrecer, morir y renacer y esto se va reproduciendo por barrios. Unas veces somos imperio y otras somos sometidos por otros imperios.

 La NATURALEZA en mayúsculas nos recuerda pues cada día que el crecimiento continuo es imposible.

Si quisiéramos superar este modelo que tanto sufrimiento esta provocando a millones de seres humanos continuamente y durante todos los tiempos, solo hay que desear a los demás  lo mismo que deseas para ti mismo. Y no solamente desearlo sino hacer lo posible para que así sea.

Nacer, morir y renacer, es lo único que no podremos evitar, pero intentemos vivir las demás fases de nuestra existencia con dignidad.

La competitividad es equivalente a muerte prematura y guerra. Es un modelo  que se basa en  triunfar en todos los niveles siempre, a costa de los demás para poder sobrevivir.

Nunca en la historia de la Humanidad tantos conocimientos científicos y o tecnológicos permiten producir  con tan poco esfuerzo humano físico.

Nunca en la Humanidad habíamos tenido mecanismos de creación de riqueza tan enormes.

¿Y para que sirve tanta creación de riqueza si la única forma de obtenerla por la mayoría de humanos , es trabajando en actividades en las que la ciencia ha hecho innecesario al hombre?.

De que sirve acumular tanta riqueza en pocas manos?

–¿Solo para crear esclavitud y dependencia?

–¿Solo por ansia de Poder?.

–¿O porque los seres humanos  no sabemos organizarnos de otra manera?

 

Básicamente creo que  es miedo a perder el poder por quien tradicionalmente lo viene ostentando.

Si el miedo a la represalia de las multitudes por lo que ha acontecido hasta hoy desapareciera, otro mundo seria posible.

Abogo pues por el perdón hacia aquellas personas o familias que durante decenios o milenios les ha tocado la parcela de administrar el poder.

O es que acaso la mayoría que ha padecido el abuso de poder no hubiera deseado estar en la situación de dominador?

Es aquí donde radica el nudo de la cuestión, pasemos página y seamos capaces de crear otra forma de evolucionar y no la que predico Darwin y a la que se han acogido los modelos económicos  neo liberales mas extremos. Evolucionamos gracias a la cooperación no a la competitividad.

Porque si somos capaces de crear riqueza sin la intervención física  del hombre, ¿para que alargar la jornada laboral o la edad de jubilación?.

–Vamos a compartir y no ha competir.

–Vamos a usar los bienes y alimentos de forma mesurada para que lleguen a todos.

–Vamos a hablar claramente (sin la presión de las Religiones) de la responsabilidad a la hora de procrear nuevos seres humanos para no sobrepasar la carga planetaria tolerable de los mismos

–Vamos a compartir,  pero no lo centremos solo en lo económico. Lo más importante es compartir el conocimiento y que podamos usarlo y disfrutarlo en igualdad de oportunidades.

Un paso en este sentido:

–Es la idea de la Economía por el bien común de   Christian Felber

http://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_del_bien_com%C3%BAn

–O la de  Enric Duran con la Cooperativa integral catalana

http://www.vivirsinempleo.org/2011/09/sobre-la-cooperativa-integral-catalana.html

 

–O la de la Dulce Revolución de las Plantas Medicinales

http://www.dolcarevolucio.cat/es/

– O la de la Banca Ética  FIARE, TRIODOS, etc.

http://www.proyectofiare.com/web/es/fiare/quienes-somos

http://www.triodos.es/es/particulares/

http://www.casx.cat/es

O la del caso Marinaleda

http://www.huffingtonpost.es/2012/08/08/marinaleda-la-utopia-comunista-sanchez-gordillo_n_1756382.html

–Y la de tantos y tantos ejemplos que están mitigando los errores de un Sistema condenado a evolucionar de otra forma a la conocida hasta este momento.

Fuente: Josep Pamies

 

¿Derecho de injerencia o derecho internacional? Respuesta a la izquierda anti-antiguerra

por Jean Bricmont

Incapaz de concretar su necesaria reconstrucción ideológica después de la desaparición del «hermano mayor» soviético, la izquierda europea se pierde hoy en día en luchas sobre los valores e instituciones de la sociedad ya existente, en el plano interno, y a favor del intervencionismo humanitario, en materia de política exterior. Hundida de lleno en la incoherencia, esa izquierda está llamando al imperialismo estadounidense a «garantizar» la protección de los pueblos. Pero, ¿cómo se puede pretender proteger a los demás cuando uno mismo ha renunciado a su propia libertad?

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Desde los años 1990, y sobre todo después d la guerra de Kosovo, en 1999, los adversarios de las intervenciones occidentales y de la OTAN han tenido que enfrentar lo que pudiéramos llamar una izquierda (y una extrema izquierda) anti-antiguerra, en la que se inscriben la socialdemocracia, los Verdes y la mayor parte de la izquierda «radical» (como el Nuevo Partido Anticapitalista [1], diferentes grupos antifascistas, etc.) [2]. Es una izquierda que no se declara abiertamente favorable a las intervenciones militares y que a veces llega a criticarlas (aunque en general, critica únicamente las tácticas aplicadas y las intenciones, vinculadas al petróleo o de orden geoestratégico, atribuidas a las potencias occidentales), pero que dedica la mayor parte de sus energías a «advertir» contra las supuestas derivas del sector de la izquierda que se mantiene firmemente opuesto a esas intervenciones.

Esa izquierda anti-antiguerra nos llama a apoyar a las «víctimas» en contra de los «verdugos», a ser «solidarios con los pueblos en contra de los tiranos», a no ceder ante un «antiimperialismo», un «antiamericanismo» o «antisionismo» simplificadores y, sobre todo, a no convertirnos en aliados de la extrema derecha. Después de los albaneses de Kosovo –en 1990–, nos ha dicho que «tenemos que proteger» sucesivamente a las mujeres afganas, a los kurdos iraquíes y, más recientemente, a los pueblos de Libia y de Siria.

No se puede negar que esa izquierda anti-antiguerra ha resultado extremadamente eficaz. La guerra contra Irak, presentada como la lucha contra una amenaza imaginaria, suscitó una oposición pasajera, pero sólo ha habido una débil oposición en las filas de la izquierda ante las intervenciones presentadas como «humanitarias», como la de Kosovo, los bombardeos contra Libia o la actual injerencia en Siria. Toda reflexión sobre la paz o el imperialismo ha sido simplemente barrida por la invocación del «derecho de injerencia», de la «responsabilidad de proteger» o del «deber de acudir en ayuda de un pueblo en peligro».

Una extrema izquierda nostálgica de las revoluciones y las luchas de liberación nacional tiende a analizar cualquier conflicto interno en determinado país como una agresión de un dictador contra su pueblo oprimido que aspira a la democracia. La interpretación, compartida por la izquierda y la derecha, sobre la victoria de Occidente en la lucha contra el comunismo ha tenido un efecto similar.

¿Quién es ese «nosotros» al que se llama a «proteger e intervenir»?

La ambigüedad fundamental del discurso de la izquierda anti-antiguerra reside en saber quién es ese «nosotros» que debe proteger, intervenir, etc. Si se trata de la izquierda occidental, de los movimientos sociales o las organizaciones de defensa de los derechos humanos, habría que hacerles la misma pregunta que hizo Stalin al referirse al Vaticano: «¿Con cuántas divisiones cuentan ustedes?» Efectivamente, todos los conflictos en los que se supone que «nosotros» debemos intervenir son conflictos armados. Intervenir significa entonces intervenir militarmente. Y para intervenir militarmente, hay que disponer de medios militares.

Medios que, evidentemente, la izquierda europea no tiene a su disposición. Podría recurrir cuando más a los ejércitos europeos, en vez de recurrir a las fuerzas armadas de Estados Unidos. Pero los ejércitos europeos nunca intervienen sin un apoyo masivo de Estados Unidos, lo cual implica que el verdadero mensaje de la izquierda anti-antiguerra es el siguiente: «Señores americanos, ¡hagan la guerra, no el amor!» Peor aún, dado que después de su debacle en Afganistán e Irak los estadounidenses no van a arriesgarse a mandar fuerzas terrestres, lo que se le pide a la US Air Force, y únicamente a ella, es que bombardee a los países violadores de los derechos humanos.

Se puede argumentar, por supuesto, que el porvenir de los derechos humanos debe ponerse en manos del gobierno de Estados Unidos y depender de su buena voluntad, de sus bombarderos y de sus drones. Pero lo importante es entender que ese es el verdadero significado de los llamados a la «solidaridad» y las exhortaciones de «apoyo» a los movimientos secesionistas o rebeldes implicados en las luchas armadas. Esos movimientos, en efecto, no tienen ninguna necesidad de eslóganes coreados en «manifestaciones de solidaridad» en Bruselas o en París y no es eso lo que piden. Lo que quieren es armamento pesado y bombardeos contra sus enemigos y eso sólo puede proporcionarlo Estados Unidos.

Si fuese honesta, la izquierda anti-antiguerra tendría que asumir esa opción y llamar abiertamente a Estados Unidos a bombardear allí donde se violen los derechos humanos. Pero tendría que asumir esa opción hasta sus últimas consecuencias. O sea, reconocer que la clase política y militar que supuestamente debe salvar a los pueblos «victimas de sus tiranos» es precisamente la misma que desató la guerra contra Vietnam, que impuso el embargo y las guerras contra Irak, la misma que impone sanciones arbitrarias contra Cuba, contra Irán y contra todos los países que le desagradan mientras que sostiene a toda costa a Israel, la misma que se opone por todos los medios –incluyendo los golpes de Estado– a todos los reformadores surgidos en América Latina –desde Arbenz hasta Chávez, pasando por Allende, Goulart y tantos otros– y que explota desvergonzadamente los recursos y trabajadores en todas partes del mundo. Hace falta una enorme cantidad de buena voluntad para ver en esa clase política y militar el instrumento de la salvación de las «víctimas». Sin embargo, eso es, en la práctica, lo que predica la izquierda anti-antiguerra ya que, debido a la correlación mundial de fuerzas, no existe ninguna otra instancia capaz de imponer su voluntad por medios militares.

Por supuesto, el gobierno de Estados Unidos apenas sabe de la existencia la izquierda anti-antiguerra. Cuando Washington decide si se mete o no en una guerra lo hace únicamente en función de sus propias posibilidades de éxito, de sus propios intereses, de la oposición interna y externa a la guerra, etc. Y cuando desencadena una guerra, Washington quiere ganarla cueste lo que cueste. Así que no tiene ningún sentido pedirle a Washington que solamente emprenda intervenciones buenas, únicamente contra los malos de verdad y con medios amables que garanticen las vidas de civiles e inocentes.

Quienes llamaron a la OTAN a «mantener los progresos de las mujeres afganas», como hizo Amnesty International USA en la reunión de la OTAN en Chicago [3], de hecho están llamando a Estados Unidos a intervenir militarmente y, entre otras cosas, a bombardear a los civiles afganos y a enviar drones a violar el espacio aéreo de Pakistán. Y no tiene ningún sentido pedir a Estados Unidos que proteja y que no bombardee, porque eso va en contra del modo de funcionamiento de los ejércitos.

Uno de los temas favoritos de la izquierda anti-antiguerra es llamar a quienes se oponen a las guerras a no «apoyar a los tiranos», en todo caso a no apoyar al tirano del país atacado. El problema es que toda guerra exige un masivo esfuerzo de propaganda, y que esta última se basa en la demonización del enemigo, sobre todo de su dirigente. Para oponerse eficazmente a esa propaganda, no se puede hacer otra cosa que denunciar las mentiras de la propaganda, contextualizar los crímenes del enemigo y compararlos a los de nuestro propio bando. Tarea necesaria pero ingrata y arriesgada para quien la realiza ya que el menor error le valdrá eternos reproches, mientras que las mentiras de la propaganda de guerra siempre se olvidan al término de las operaciones.

Ya en tiempos de la Primera Guerra Mundial, Bertrand Russel y los pacifistas británicos eran acusados de «apoyar al enemigo», sin tener en cuenta que si se dedicaban a desmontar la propaganda de los Aliados no era porque les gustara el Káiser si no porque defendían la paz. La izquierda anti-antiguerra adora denunciar «el doble rasero» de los pacifistas coherentes que denuncian los crímenes de su propio bando pero que contextualizan o refutan los crímenes atribuidos al enemigo del momento (Milosevic, Kadhafi, Assad, etc.). Pero ese «doble rasero» no es otra cosa que el resultado de una opción deliberada y legítima: la de luchar contra la propaganda de guerra allí donde nos encontramos, o sea en Occidente, propaganda que a su vez se basa en una demonización constante del enemigo atacado y en la idealización de quienes lo atacan.

La izquierda anti-antiguerra no goza de la menor influencia sobre la política estadounidense, lo cual no quiere decir que carezca de efectos. Por un lado, su retórica insidiosa ha permitido neutralizar todo movimiento pacifista o antiguerra, pero también ha hecho imposible toda posición independiente de parte de un país europeo, como la de la Francia de De Gaulle, o al menos como la de la Francia de Jacques Chirac o la Suecia de Olof Palme. Hoy en día ese tipo de posición se vería inmediatamente bajo el fuego de la izquierda anti-antiguerra, que dispone de una resonancia mediática considerable y que tildaría esa actitud de «apoyo al tirano», de política digna de la época del Pacto de Múnich y de «crimen de indiferencia».

Lo que ha logrado la izquierda anti-antiguerra es destruir la soberanía de los europeos ante Estados Unidos y liquidar toda posición de izquierda independiente ante las guerras y el imperialismo. También ha llevado a la mayoría de la izquierda europea a adoptar posiciones que contradicen por completo las de la izquierda latinoamericana y a erigirse en adversaria de países que, como China y Rusia, están tratando –de forma totalmente justificada– de defender el derecho internacional.

Una extraña característica de la izquierda anti-antiguerra es que siempre es ella la primera en denunciar las revoluciones del pasado como acontecimientos que condujeron al totalitarismo (Stalin, Mao, Pol Pot, etc.) y que constantemente nos advierte contra la repetición de los «errores» cometidos por la izquierda de aquellos tiempos al respaldar a los dictadores. Sin embargo, ahora que la revolución es cosa de los islamistas se supone que tenemos que aplaudir y creer que todo va a ir bien. ¿Y si la «enseñanza que tenemos que sacar del pasado» fuese más bien que las revoluciones violentas, la militarización y la injerencia extranjera no eran la única ni la mejor manera de realizar cambios sociales?

En vez de reclamar intervenciones,
exijamos el estricto respeto del derecho internacional

A veces se nos responde que hay actuar «con urgencia» (para salvar a las víctimas). Aún admitiendo ese punto de vista, lo cierto es que después de cada crisis la izquierda no ha emprendido ninguna reflexión sobre cómo llegar a una política diferente, que no consista en el respaldo a la intervención militar. Una política de ese tipo exigiría un viraje de 180 grados en relación con la política que predica la izquierda anti-antiguerra. En vez de reclamar más intervenciones, tendríamos que exigir a nuestros gobiernos el estricto respeto del derecho internacional, de la no injerencia en los asuntos internos de los Estados y la sustitución de la confrontación por la cooperación. La no injerencia es mucho más que la simple no intervención en el plano militar. Incluye también la no injerencia en el plano diplomático y en el plano económico: cero sanciones unilaterales, cero amenazas durante las negociaciones y aplicación estricta del principio de igualdad de tratamiento para todos los Estados.

En vez de «denunciar» constantemente a los pérfidos dirigentes de países como Rusia, China, Irán o Cuba invocando los derechos humanos –como le encanta hacer a la izquierda anti-antiguerra– más bien tendríamos que oírlos, dialogar con ellos y poner sus puntos de vista políticos al alcance de la comprensión de nuestros conciudadanos.

Por supuesto, esa política no resolvería los problemas de los derechos humanos en Siria ni en Libia ni en ninguna parte. Pero, ¿acaso se han resuelto hasta ahora? La política de injerencia está agravando las tensiones y la militarización mundial. Los países que se sienten amenazados por esa política, que son muchos, tratan de defenderse como pueden. Las campañas de demonización impiden las relaciones pacíficas entre los Estados, así como los intercambios culturales entre sus ciudadanos y también, de forma indirecta, el desarrollo de las ideas liberales que los partidarios de la injerencia dicen querer promover. A partir del momento en que la izquierda anti-antiguerra renunció a toda política alternativa a esa política, de hecho renunció a ejercer cualquier influencia sobre los problemas del mundo. Contrariamente a lo que afirma, no es cierto que con eso esté «ayudando a las víctimas». En realidad, no hace más que destruir aquí toda resistencia al imperialismo abriendo así el camino a los únicos que realmente actúan, que son a fin de cuentas los gobiernos estadounidenses. Confiarles el bienestar de los pueblos es una actitud absolutamente desesperada.

Esa actitud es un aspecto de la reacción de la mayoría de la izquierda ante la «caída del comunismo», y esa reacción consiste en apoyar precisamente lo contrario de las políticas que siguieron los comunistas, sobre todo en materia de cuestiones internacionales, en las que toda oposición al imperialismo y toda forma de defensa de la soberanía internacional es considerada por la izquierda como una forma de arqueo-stalinismo.

La política de injerencia es una política de derecha, al igual por cierto que la construcción de la Unión Europea, otro importante ataque contra la soberanía nacional. La primera respalda los intentos hegemónicos de Estados Unidos. La segunda apoya el neoliberalismo y la destrucción de los derechos sociales. Ambas se justifican en gran parte con discursos «de izquierda» que invocan los derechos humanos, el internacionalismo, el antirracismo y el antinacionalismo. En ambos casos, una izquierda desorientada por la desaparición del comunismo se ha refugiado en un discurso «humanitario» y «generoso», totalmente carente de análisis realista de la correlación mundial de fuerzas. Con esa izquierda, la derecha prácticamente no necesita ideología, le basta con invocar los derechos humanos.

Sin embargo, esas dos políticas –la injerencia y la construcción europea– están hoy en un callejón sin salida: el imperialismo estadounidense enfrenta enormes dificultades, tanto en el plano económico como en el diplomático, y la política de injerencia encuentra la oposición de una gran parte del mundo. Ya casi nadie cree en otra Europa, en una Europa social, y la Europa que realmente existe, neoliberal (porque es la única posible), no entusiasma a los trabajadores.

Por supuesto, esos fracasos benefician a la derecha y a la extrema derecha, pero es únicamente porque la mayor parte de la izquierda ha creído que el camino hacia la democracia pasa por el abandono de la defensa de la paz, del derecho internacional y de la soberanía nacional.

Fuente: www.michelcollon.info

[1] A propósito de esa organización, ver «Colonialiste d’«extrême gauche»?«, de Ahmed Halfaoui,

[2] Por ejemplo, en febrero de 2011, en un volante distribuido en Toulouse (Francia) el tema de Libia y las amenazas de «genocidio» atribuidas a Kadhafi se abordaba en los siguientes términos: «¿Dónde está Europa? ¿Dónde está Francia? ¿Dónde está América [Estados Unidos]? ¿Dónde están las ONGs?» y «¿Es más importante el valor del petróleo y del uranio que el pueblo libio?» O sea, los autores del volante, firmado entre otras organizaciones por Alternativa Libertaria, Europa Ecología-Los Verdes, Izquierda Unitaria, Liga de Derechos Humanos, Lucha Obrera, Movimiento por la Paz (Comité 31), MRAP, NPA31, OCML-Vía Proletaria Toulouse, la organización local del Partido Comunista Francés, el Partido Comunista Tunecino, Partido de Izquierda 31, acusaban a los occidentales de no intervenir por razones de interés económico. ¿Qué habrán pensado los autores de ese volante cuando el Consejo Nacional de Transición libio prometió vender a Francia el 35% del petróleo libio? Independientemente de que se haya respetado o no esa promesa o de que el petróleo haya sido o no la verdadera causa de la guerra contra Libia.

[3] Ver, por ejemplo, Why I Had to Challenge Amnesty International-USA’s Claim That NATO’s Presence Benefits Afghan Women, de Jodie Evans.

Fuente: Red Voltaire

 

Esclavo a los cinco años

El Parlamento de India está a punto de cerrar el año sin aprobar la ley contra el trabajo infantil más ambiciosa de toda su historia. Lo peor del caso es que la ley tiene el respaldo de la mayoría de los parlamentarios, pero ha estado congelada durante semanas porque según ellos “no es prioritaria”.

India es el centro neurálgico mundial del trabajo infantil. Niños de tan solo cinco años son vendidos a los traficantes y luego forzados a trabajar como esclavos, sujetos a multiples abusos y maltratos físicos. Esta histórica ley prohibiría cualquier forma de trabajo infantil para menores de catorce años y ofrecería ayudas para que las familias más pobres pudiesen mantener a sus hijos en la escuela. Pero los parlamentarios han dejado que esta ley se les escurra de la agenda, mientras los grupos defensores de los derechos de los niños de India dicen que necesitan nuestra ayuda para aumentar la presión pública ahora.

Si desde la comunidad de Avaaz nos unimos, podremos crear una ola de atención sobre este proyecto de ley y presionar a los legisladores para que la aprueben.Firma esta urgente petición y reenvíala a todo el mundo. Cuando seamos un millón, entregaremos nuestro mensaje al Parlamento junto con niños que en su día vivieron estas terribles experiencias:

http://www.avaaz.org/es/india_child_labour_g1/?bIdTedb&v=20399

Es aterrador: 215 millones de niños y niñas trabajan en minas, canteras y fábricas por todo el mundo. Todos los países han firmado un acuerdo para erradicar el trabajo infantil como eje central de sus políticas nacionales de educación. Sin embargo, India es el país con una mayor mano de obra infantil del planeta. Si el proyecto de ley se aprueba, prohibiría el trabajo infantil para menores de 14 años y todo trabajo peligroso para menores de 18. Esta iniciativa además incluye soluciones para que la ley no afecte a las familias más pobres, asegurando el derecho a la educación gratuita y proponiendo becas para compensar las pérdidas económicas de estas familias.

Los críticos de la ley dicen que el problema real no son las leyes, sino su falta de aplicación. Y es cierto que en los últimos tres años solo el 10% de 450.000 denuncias contra el trabajo infantil fueron tramitadas bajo la débil legislación actual.Pero la nueva ley vendría a apretar las tuercas del problema. La Policía ya no estaría supeditada a la orden de un juez para poder actuar. Cualquier forma de explotación comercial del trabajo de menores de 14 años sería penalizada, y en vez de sancionarlos con multas o con cortas condenas carcelarias, los culpables se enfrentarían a duras penas.

A pesar de que la mayoría de los parlamentarios indios dicen que apoyan la ley, no sienten que haya una urgencia política para someterla a votación. Pero con cada día que pasa, más niñas y niños son forzados a una vida miserable dentro de inhumanos talleres y fábricas. Está en nuestras manos darles ese impulso que necesitan para actuar. Firma la petición para los legisladores de India ahora, y compártela con todos tus conocidos:

http://www.avaaz.org/es/india_child_labour_g1/?bIdTedb&v=20399

Una y otra vez, la comunidad de Avaaz ha impulsado diferentes campañas para proteger a los niños y a los grupos más vulnerables. Hace unas pocas semanas, nos unimos en una petición de 1.2 millones de personas y ayudamos a pasar el plan de educación infantil más exhaustivo de Paquistán. La manera en la que tratamos a nuestros niños y niñas es como un termómetro de nuestros principios éticos. Ha llegado la hora de tomar acciones firmes para detener estos abusos. Unámonos en defensa del futuro de los niños que sufren en India.

Con esperanza y determinación,

Jamie, Alice, Alex, Alaphia, Lisa, Jeremy, Ricken, Dalia, Rewan, Michelle y todo el equipo de Avaaz

Más Información:

La India propone la prohibición del empleo de niños menores de 14 años de edad (OIT):
http://www.ilo.org/ipec/WCMS_189568/lang–es/index.htm 

“Preparándonos para la nueva legislación contra el trabajo infantil — en inglés (The Hindu)
http://www.thehindu.com/opinion/op-ed/article3878212.ece

Niños esclavos: 400 millones de niños sin infancia (Público):
http://www.canalsolidario.org/noticia/ninos-esclavos-400-millones-de-ninos-sin-infancia/29133

Trabajo esclavo en la India: empresas españolas en la ‘lista negra’ (El Confidencial):
http://www.elconfidencial.com/espana/2012/03/23/trabajo-esclavo-en-la-india-tres-empresas-espanolas-estan-incluidas-en-la-lista-negra-94749//

La ley contra el trabajo infantil más dura de la historia de la India está atrancada… ¡porque los políticos dicen que no es su “prioridad”! Pero la mayoría de los parlamentarios la apoyan y solonecesitan un enorme empujón ciudadano para aprobarla ahora. Alcemos nuestras voces por los niños de India. Firma ahora:

Firma la petición
 
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La policia denuncia al gobierno!:»¿Ministro, esta usted buscando que haya muertos?»

 

CORONEL AMADEO MARTÍNEZ INGLÉS: EL DESAFÍO DEMOCRÁTICO CATALÁN

 

¿Pero en qué clase de democracia nos estamos desenvolviendo los españoles desde hace ya treinta y cinco años?
¿Pero qué clase de país moderno, europeo, desarrollado y de derecho es éste en el que, porque en una de sus Comunidades Autónomas (Estados federados, más bien, según los países serios y democráticos de verdad) su Gobierno legítimo elegido por el pueblo quiere consultar a sus ciudadanos sobre sus aspiraciones políticas futuras (que pueden ser variadas y nada uniformes), se monta la marimorena política, mediática, social e institucional, se rasgan las vestiduras las plañideras de siempre, y hasta algunos tertulianos con patente de corso para pontificar e, incluso, insultar a quien les venga en gana, predican ya la guerra santa y hablan ya sin tapujos de movilizar a la policía y demás gente armada para que carguen de cadenas a los futuros insurrectos morales y los lleven a galeras?

¿Pero qué Gobierno de la nación tenemos los ciudadanos de este bendito país en el que su vicepresidenta (que cada día que pasa, en sus comparecencias públicas, se parece más a la directora de una guardería de 0-3 años dirigiéndose a sus alumnos después del vaso de leche de las once) dice a los medios que todo el peso de la ley (¿qué ley?) recaerá sobre los malvados y futuros consultores catalanes que quieren destruir la convivencia nacional, cuando todavía nadie sabe  como coño (con perdón) van a formular éstos la consulta a sus conciudadanos y si ésta va a ser por “vía de referéndum” (con lo que necesitarían el correspondiente permiso constitucional del Estado, según el artículo 149.1-32ª de la Carta Magna) o no, en cuyo caso no deberían proveerse de permiso alguno, según se desprende del citado artículo de la Constitución?

¿Pero es que aquí, en este arruinado, envilecido y corrupto país, nos hemos vuelto todos locos y en nuestro desvarío congénito como pueblo  vemos ya, como nuestro ínclito predecesor don Quijote, que las urnas y los votos catalanes son tanques y cañones de la División Acorazada  “Montserrat” y que a bordo de los mismos los soldados de la estelada se dirigen impacientes a sus jefes con aquello tan popular de “Escolti capita, aón anem”?Bueno, tratemos de serenarnos todos y de clarificar el fondo de esta muy importante cuestión de la legalidad o ilegalidad del ya famoso y reciente desafío democrático catalán porque en este todavía reino de España (aunque en almoneda acelerada) hay muchos ciudadanos que se hacen los tontos, otros que efectivamente lo son sin necesidad de aparentar nada, otros que no lo son en absoluto pero que les pagan para que se lo hagan, y otros muchos también que no es que sean muy listos pero que el problema principal que arrastran es que no han perdido un solo segundo a lo largo de toda su vida en leerse la “modélica” Constitución del 78 (el CIS ya lo dejó muy claro hace unos días), ni los Estatutos de ninguna de las diecisiete Autonomías (más bien las “Autonosuyas” que ideó el franquismo para que todo siguiera igual después de la muerte ¿o no se ha muerto? del dictador), ni el diccionario de la Lengua Castellana para saber de primera mano qué  es eso de la “vía de referéndum” ni, por supuesto, la historia de España y menos aún la de Cataluña, que haberla “hayla” aunque no sea tan imperial y negra como la del cojo Felipe II.

 

 

Y es que en una democracia (y no digamos en una ya madura, consolidada, avanzada, europea, modélica, moderna… como nos gusta a los españolas retratar la nuestra con más moral que el Alcoyano) no hay, no puede haber, consultas ilegales a la ciudadanía, como no hay ni puede haber manifestaciones ilegales ya que todas, absolutamente todas, están amparadas por la Constitución española y que, como mucho, deberán ser autorizadas por quien corresponda para su perfecto discurrir urbano. Pero nunca, nunca, declaradas ilegales. Como, por otra parte, hace frecuente e indebidamente la incompetente y prepotente delegada del Gobierno en Madrid. Por lo tanto, lo único que puede haber en el ámbito de las consultas populares auspiciadas por las autoridades autonómicas, como en el de las manifestaciones de todo orden a cargo de organizaciones de todo tipo: sociales, sindicales, políticas, familiares, religiosas… etc, etc (dejando de lado, por supuesto, otras muchas expresiones democráticas del pueblo soberano), son tanto consultas como manifestaciones “autorizadas” y “no autorizadas”, pero ambas dentro de la legalidad constitucional.

 

 

 

A este respecto recordemos el artículo 149.1 de la Constitución española que citaba antes. Dice lo siguiente: “El Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias:

 

 

32ª.-  “Autorización para la convocatoria de consultas populares por vía de referéndum”

 

 

Es decir, las consultas populares que puedan convocarse en las Comunidades Autónomas por vía de referéndum deberán ser autorizadas por Estado español (se entiende el Gobierno nacional y las Cortes Generales) esto queda bien claro en el artículo, pero nada dice el mismo (ni ningún otro de la Carta Magna) de las otras consultas que no tengan como fin último el referéndum, o sea, que para nada contemplen la finalidad de que “el pueblo ratifique o apruebe lo que votaron sus representantes con anterioridad” y que, por lo tanto, quedan fuera de la preceptiva y constitucional autorización estatal.

 

 

 

¿Y qué es una consulta “vía referéndum”, se preguntará el lector profano, vaguetón, políticamente incorrecto o simplemente deprimido por la crisis, que acaba de leer las anteriores líneas? Pues para ello deberemos encomendarnos cuanto antes al Diccionario de la Lengua Castellana que, aunque es un tocho impresionante, nos puede sacar de dudas. Efectivamente. El citado refugio literario del lenguaje español dice lo siguiente referido a la palabra “referéndum o referendo”:

 

 

“Acto de someter al voto popular directo las leyes o actos administrativos, con la finalidad de que el pueblo ratifique lo que votaron sus representantes”

 

 

O sea, que para que cualquier consulta popular auspiciada por las autoridades de una Comunidad Autónoma española deba solicitar previamente la pertinente autorización del Estado tiene que esconder en su seno el carácter político de un referéndum en toda regla, esto es que su finalidad sea “ratificar lo que previamente han votado ya sus representantes”. Nada dice la Carta Magna, repito, de las consultas que no tengan este fin de “aprobación o ratificación de decisiones previamente adoptadas por los representantes del pueblo soberano” sino simplemente que sean eso “consultivas” de cara a que esos representantes legítimos puedan tener el suficiente conocimiento de lo que piensan sus administrados antes de tomar trascendentes decisiones que pueden afectar a su futuro en el campo de la política, la economía, la ecología, la sociología, la cultura, la lengua, las relaciones exteriores… etc, etc.

 

 

 

Entonces, apreciables compatriotas que ya os veis al borde de una nueva guerra civil por culpa de estos demócratas de pacotilla que nos gobiernan y que evidencian un miedo atroz a las urnas, si la cosa no se ha salido todavía de los cauces legales nacionales, ni es previsible de momento que vaya a hacerlo en el futuro ¿a qué viene toda esa alharaca de gritos, descalificaciones, amenazas, insultos, imputación de delitos…etc, etc contra los legítimos representantes del pueblo catalán elegidos hace escasas semanas en las urnas y que lo único que quieren, y que acaban de decir, es preguntar a sus conciudadanos (y no parece que por vía de referéndum ya que ellos no piensan decidir nada sobre el tema hasta que lo haga el pueblo) como desearían que fuera la nación catalana en un futuro a medio o largo plazo? Nada más. Algo perfectamente legítimo, democrático y…además, legal. Porque si hacemos caso al artículo de la Constitución que acabamos de examinar, esa consulta en forma de encuesta general a la ciudadanía catalana, dados los cambios que se perfilan en el horizonte político español como consecuencia de la crisis económica e institucional que arrastra el Estado (hasta el PSOE es abierto partidario a día de hoy de la reforma de la Constitución y de un nuevo Estado federal), no solo es perfectamente deseable y conveniente sino casi obligatoria para un nuevo Govern que aspire a salir cuanto antes de la crisis general que padecemos y a cimentar unas bases sólidas para el futuro bienestar del pueblo catalán en su conjunto. Y en el tiempo y forma que elijan los propios ciudadanos.

 

 

 

¡Basta ya, pues, de esparcir delitos, deslealtades, traiciones, ignominias… y demás sambenitos anticatalanes por los cuatro puntos cardinales de esta piel de toro, que haría bien en no mirar para otro lado, lamerse sus heridas, sus corrupciones y ponerse a trabajar de una vez! ¡Y olvídense de seguir amenazando, señores prepotentes de la mayoría absoluta pepera, que ya no asustan a casi nadie! Porque puede ser, tal como está el patio español,  que sean ustedes y no los dirigentes catalanes recién elegidos los que no estén ya en sus actuales poltronas, dentro de unos meses, cuando éstos decidan llevar a cabo su prometida consulta popular. Y para la realización de la cual, como acabamos de ver, no les hará falta ninguna autorización previa de su omnímodo poder.

 

 

 

Son ustedes, y perdonen la claridad manifiesta de mis palabras señores jerifaltes y jerifaltas del antigobierno popular que padece y sufre este país en ruinas, unos ineptos vándalos políticos que están jodiendo a España entera al consabido grito clerical de ¡Santiago y Cierra España! Van a acabar cerrándola de verdad y para siempre. En estos momentos, es cierto, el sombrajo pétreo de la Transición (franquista hasta la médula) empieza a deshilacharse por sus costuras periféricas sin que nadie sepa en estos momentos hasta donde llegará el tsunami político y social que acaba de penetrar por el NE de la Península Ibérica. Pero los culpables ni han sido, ni son, ni serán los catalanes, los vascos, los gallegos o cualquier otro pueblo integrado durante siglos en la España que se muere y que ahora, ante el desastre, inician su particular transición a una vida mejor. Los grandes culpables han sido ustedes, el PP y el PSOE, los dos partidos mayoritarios que se han turnado descaradamente durante decenios en el poder y que, adueñándose y repartiéndose prebendas y canonjías sin cuento, han propiciado una descomunal corrupción que ha arruinado y envilecido este desgraciado país. Y sin olvidar, por supuesto, la obsoleta, extemporánea, ridícula, corrupta, banal… monarquía franquista, que con su  inanidad y frivolidad manifiestas, ha contribuido como nadie a crear el terrorífico pantano existencial en el que en estos momentos nos ahogamos los ciudadanos españoles.

Fuente: Canarias Semanal

 

No puede celebrarse la navidad a costa de la muerte de otros seres vivos

Esto va en contra del amor incondicional que existe en el interior de tod@s nosotr@s y es una aberración total. Recuerda quien eres y que haces en el mundo. Celebra la navidad amando,  sintiendo y recordando lo que significa Jesús.  Amor, tolerancia, respeto y desapego es toda la receta que necesitas para empezar a conmemorar estas fechas y no un menú a base de animales sacrificados, cruelmente o no.

Vive, AMA, comparte y disfruta sin arrebatar nada a nadie, veras que no necesitas nada mas pues seras y te sentiras plen@ y dichos@.

 

“Todo era una gran mentira”

427550_333669863336504_315594795144011_859504_20039669_n[1]Cuando Bernard Madoff fue detenido por el FBI lo primero que se le vino a la cabeza fue lo primero que soltó: “Todo es una gran mentira”. Madoff sabía que no podía poner ninguna resistencia ya que había cometido un pecado capital: robar y estafar a los ricos. Por tal afrenta fue detenido, juzgado y encarcelado todo en el mismo pack, si hubiera timado, engañado y robado a la clase media todavía andaría danzando por ahí. A los que el aficionado Madoff robó son una clase de tahúres de las finanzas que no perdonan, son profesionales y siempre juegan con las cartas marcadas, no dan puntada sin hilo ya que actúan a la vista del publico y siempre, sin excepción, difunden su verborrea anestesiante para que los pardillos se atonten más de lo que ya estaban. En estas circunstancias es coser y cantar y el pensamiento dominante en los establishments financieros, políticos y mediáticos santifican la verdad absoluta. Algunas veces se extralimitan y cuentan el cuento de que las vacas vuelan, en otras ocasiones, el cuento aterriza a un argumento manido pero efectivo: el hundimiento de las finanzas españolas se debe al excesivo gasto público realizado en el país durante los años de bonanza en los que se despilfarró el dinero público. Sobre esta realidad incuestionable se citan casos como el del AVE, miles de millones invertidos en líneas de alta velocidad que apenas tienen pasajeros, o en aeropuertos que no tienen ni aviones ni pasajeros, carreteras que no circulan automóviles y no llevan a ningún sitio. Las obras faraónicas tan sólo han servido para que las constructoras dependientes de los bancos se forren con obra presupuestada, como mínimo, dos veces más que su coste, que los políticos de turno se merienden el diferencial y así, de una obra a otra sin importar si circulan coches, si aterrizan aviones o que los trenes trasladen pasajeros. Lo que unos ganan otros lo pierden, no hace falta señalar quien es quien ya que la impunidad esta cómodamente instalada y la corrupción extendida por lo que el derroche de dinero público esta a la orden del día. Si el verbo esta en pasado se debe a que fundieron el dinero sino todavía estaríamos en lo mismo. El “mercado” financiero, los acreedores de la descomunal deuda, ya tienen en el argumento del despilfarro la base de su exigencia de cobro. Disponen de un altavoz que llaman prima de riesgo que mide el grado de insolvencia del Estado español y especulan con él a su gusto y capricho. Los distintos gobiernos que hemos tenido sólo tienen una obsesión: recuperar la “confianza de los mercados”, por lo que se someten a sus designios que son explícitos: “yo primero” en cobrar la deuda y el populacho vendrá después si les queda algo. De ahí la imperiosa necesidad de recortar gasto público a fin de disminuir el déficit y la deuda pública. Aparentemente parece cierto, el despilfarro ha sido evidente pero ¿Es esta la única razón del extraordinario endeudamiento de España?

424520_313438262026625_270305323006586_776611_1336036361_n[1]El crecimiento de la deuda pública ha sido vertiginoso, como ya se ha dicho, hemos pasado de un país sin deuda pública a un país incapaz de poder pagarla, la estructura de Estado ciertamente con 17 Parlamentos es un lujo, pero así y todo, la supuesta exuberancia del gasto público no lo es tanto si la confrontamos con los países de la Unión Europea. Por mucho que se diga, el gasto y empleo público español son los más bajos, tan solo un 10% de la población adulta trabaja en el sector público. En Suecia, llega al 25% y subsisten sin tanta crítica. No hablemos de las pensiones que no son nada del otro mundo, ni tampoco del gasto sanitario ni de otros servicios estatales que son comparables con Europa y siempre a la baja. Por lo tanto no estamos en el paraíso terrenal que la señora Merkel nos sitúa como un sector público que ahoga la economía española, es simple y llanamente una de las falsedades más notorias que se transmiten desde el pedestal de la “verdad absoluta” empecinada en castigar al pueblo español por las gamberradas, robos descarados y una desastrosa toma de decisiones de nuestros gobiernos. En anteriores post ya se ha dado noticia de la gran estafa: los bancos alemanes y franceses se van a la ruina si los bancos españoles no les devuelven la morterada de millones que alegremente les prestaron. ¿Quién tiene que pagar esta deuda si los bancos están en quiebra? Pues, aquí no queda nadie más que el populacho. Para hacer una instantánea de la “verdad absoluta”, influenciada por los lobbys de la banca, donde se discute y critica la concepción actual dominante que ya no considera a los países como entes soberanos, sino más bien como empresas, es decir, sujetas a la quiebra y al embargo. La pregunta del millón ¿Quién les ha dado la facultad de embargo? Los países no son empresas y si España ha perdido la facultad de emitir moneda y poder devaluar para hacer más atractivos, de cara al exterior, los bienes que se producen ya que es la forma tradicional de remontar y equilibrar las situaciones criticas, no obstante, de ninguna manera puede ser tratada de forma mercantil.

ret201212201257_grande[1]Si a los españoles se les llega a decir las lindezas de entrar en el euro tragando la medicina que nos están aplicado de la “devaluación interna” que consiste en la imposibilidad de devaluar la moneda, el euro, y son los empleados españoles los que tienen que reducir sus salarios, que ya estaban lejos de la media europea, nadie, en su sano juicio, hubiera dado su consentimiento. No es tan sólo una cuestión de producir barato reduciendo los salarios sino que además se reducen las prestaciones sociales y se incrementan los impuestos. Un ingenioso método de subyugar a la población a favor de los bancos protegidos por el Banco Central Europeo, que no es banco central ni es nada. Un banco central protege a su país de la especulación del mercado financiero, imprime dinero y con este dinero compra deuda pública a su Estado y maneja que los intereses de sus bonos no se disparen cuando tiene dificultad para venderlos. Los especuladores no pueden contra un Banco Central cuando entra en el mercado y compra muchos bonos, con lo cual los intereses bajan, es más, el tipo de interés adosado a la deuda, cuando el Banco Central actúa como tal, los decide el propio banco y no los mercados financieros. No acaba aquí la cosa, el estupendo Banco Central Europeo, que sigue imprimiendo dinero de la nada (ver ¿Sabes que todo el dinero que circula es deuda? En los archivos del mes de enero) y sin ninguna relación con lo que se produce, simplemente de la nada pero esta alquimia de producir dinero no lo es para prestarlo al Estado español comprando deuda pública, sino para prestarlo a la banca privada a un tipo de interés del 0,75% (a veces un 1%). El negocio, ya pierde su nombre cuando se trata tan sólo de un apunte contable en los libros de la banca privada donde figura que compra deuda pública del Estado a unos intereses elevadísimos 5%, 6% o un 7%. La pregunta ya no es del millón sino del trillón ¿Qué necesidad hay de esclavizarnos con unos intereses que se llevan una cuarta parte del presupuesto?

ImageEl sistema capitalista no tiene ningún sentido, al menos el que actualmente se aplica, no tiene ni pies ni cabeza tan sólo es un negocio redondo para la banca. Hasta hace unos años la deuda soberana era un refugio seguro para los ahorradores e inversores pero los bancos, en esas salas inmensas llenas de operadores frente a ordenadores y teléfonos vendiendo productos financieros, encontraron que atacando, en manadas de lobos, podían especular con la deuda soberana. Nunca les había ido tan bien, saben que cliente muerto no paga y juegan, una y otra vez, a provocar la asfixia al subir, todo lo que pueden, el tipo de interés y cuando parece que la cosa va a reventar aflojan hasta la próxima intentona. Los gobiernos de turno justifican este proceder de que el dinero impreso por el Banco Central Europeo pase por los bancos ya que sirve para facilitar el crédito a las familias y las empresas. Recuerdo, en la primera ocasión que se entregaba por el morro el dinero a la banca, que Zapatero algo sorprendido porque el dinero entregado no se redistribuía en créditos dijo algo así “se trata de problemas informáticos pero en una semana el crédito estará disponible”. ¿Lo engañaban o realmente sabía que estaba mintiendo? Sea lo que fuere, del crédito nunca más se supo. Un país sin crédito esta muerto, con esto está dicho todo, lo sorprendente es que todavía aguante cinco años después. Veamos lo que nos reserva la respuesta a la pregunta del trillón: Si el Estado español hubiera recibido dinero directamente del BCE no habría habido ninguna necesidad de hacer recortes.

yo no me como la deuda copiaPara concretar este extremo nos tenemos que ir al artículo del economista Eduardo Garzón “Situación de las arcas públicas si el estado español no pagara intereses de deuda pública” que ha calculado lo que el Estado español tendría como deuda pública entre el periodo de 1989 a 2011 si hubiera tenido un Banco Central que le hubiera prestado dinero al 1% de interés. Atención a la sorpresa, la deuda pública sería hoy un 14% del PIB en lugar de un 90%. ¿El sistema, es o no es un robo a la ciudadanía?  Lo que unos ganan otros lo pierden, lo ganan los bancos y lo pierde el populacho. Con esa deuda soberana España no tendría los problemas que tiene si se hubiera financiado a través de un Banco Central. Definitivo, no podemos continuar así, llevo ya unos cuantos artículos empecinado en transmitir que es del todo necesario despertar de ese sueño, que parece eterno, mientras nos meten goles a carretadas. Es del todo imposible que nos cuelguen a las espaldas una extraordinaria deuda que no nos corresponde y que se nos exige con recortes presupuestarios mientras se le regala miles de millones de euros a los bancos, se silencia la compra de material militar por otros miles de millones, se les permite a las eléctricas que nos estafen con el déficit tarifa y suban continuamente la luz, el suma y sigue continúa hasta el infinito con lo que el repertorio sería largo. Tenía razón el espabilado de Bernard Madoff cuando afirmaba que Todo es una gran mentira”. El próximo post será una continuación de éste por lo que avanzo que se trata de la deuda odiosa y va acompañado de una agradable sorpresa. No te lo pierdas.

Reflexiones de una doctora

2b60cb6b87355b4f763f78d55cb3acf9_S[1]Espero no importunar con este correo, pero creo que la situación es muy grave y hay que dejar de mirar para otro lado como si no fuera con nosotros. Gracias. Soy médico. Estudié medicina porque me gusta ayudar a las personas a sentirse mejor. Es una inmensa satisfacción cada vez que un paciente me mira a los ojos y me dice “Gracias, Doctora”. Esa sensación que me invade no tiene precio y bien merece los años de estudio y las noches sin dormir. Desde hace unos meses, sin embargo, ya no puedo disfrutar de esta sensación. Poco a poco han ido desapareciendo compañeros a mi alrededor; la enfermera que se preocupaba de si el enfermo dormía bien o no le sentaba bien la medicación, la auxiliar que daba de comer al anciano diciendo “vamos, Don Antonio, un pizquito más para ponerse bueno.”; el celador que llevaba a los enfermos al quirófano mientras le contaba chistes para aliviar sus nervios; el médico compañero siempre dispuestos a resolver cualquier duda o a cubrirme si me enfermaba. Muchos ya no están. Además, los pacientes ya no dan las gracias. Los pacientes ahora dicen “Pero Doctora, ¿cómo que ya no hacen la prueba que necesito por falta de personal?”, “¿Cómo es que la mascarilla esa, más barata, no me asegura bien el oxigeno?”, “¿Cómo es posible que no me haya operado después de un año?” Y los familiares, preocupados dicen: “Pero Doctora, ¿cómo es posible que no haya sábanas ni pijama para mi padre?”, “¿Que se va a tener que quedar en el pasillo una semana?”, “¿Cómo cuido de mi madre mientras trabajo si los centros de día han cerrado?”. Esto es lo que ahora me dicen mis pacientes. Y se enfadan conmigo. Yo les explico que no es culpa mía, pero no comprenden que su salud tenga que ver con el dinero. Y es que no debería tenerlo.

k1882657[1]Soy medico, mi horario de trabajo es de lunes a viernes de 8 a 3, y una o dos guardias a la semana de 24 horas cualquier día de la semana. Esto suponía unas 100 horas semanales. Sin embargo, ahora tengo que quedarme 2 horas y media más a la semana. Y además, como mis compañeros se han ido marchando pero hay el mismo número de pacientes, debo quedarme una o dos horas más al día porque no trabajo con muebles, sino con personas, y no se pueden quedar para mañana. Si sumamos, querido paciente, trabajo unas 110-115 horas cada semana. Y además, ahora resulta que mañana me pueden llamar para decirme que me trasladan de isla de forma indefinida y sin previo aviso. ¿Cómo le explico esto a mis hijos? Eso sí, me pagan un billete de ida y vuelta al año. Además, ahora dispongo de la mitad de días al año para asistir a cursos de reciclaje. Y firmo el contrato mes a mes. Este mes mi familia come, el otro no sé. Me dicen que tengo que gestionar adecuadamente los recursos, pero se niegan a decirme cuánto vale cada prueba que pido. Veo cómo cada vez más pacientes se derivan a los centros privados para pruebas y operaciones. La semana pasada, el sindicato médico le preguntó a la consejera de Sanidad cuánto valía hacer una radiografía en la Sanidad pública. No supo responder. ¿Cómo es posible que gestione y haga recortes en un sistema una persona que ni siquiera sabe lo que cuesta aquello que está recortando? Hace casi un año que le presentamos a dicha consejera un completo dossier con medidas donde se podía ahorrar sin modificar el número de personal, las prestaciones ofrecidas a los pacientes ni las horas trabajadas. Porque nosotros sí sabemos lo que vale una radiografía, y por tanto sabemos dónde se puede recortar. Ni siquiera fue capaz de leerlo.

k1962740[1]Sin embargo, a pesar de trabajar más horas de las que ya hacía, mi sueldo ha ido disminuyendo escandalosamente: un 7% en 2010, un 5% en 2011 y un 5% en 2012. Además, me han aumentado el IRPF un 5%. Ahora planean pagarme la hora de guardia a 10 euros: menos que una empleada de hogar. En total, percibo un 21% menos desde hace menos de dos años. Más que en ninguna otra comunidad. Y seguirá bajando. Por lo visto, querido paciente, mi dedicación a usted, el preocuparme por su salud, el pasarme la noche en vela, no merece respeto. Según el Ejecutivo, me merezco no tener herramientas para tratarle, me merezco dedicar menos tiempo por cada paciente, me merezco no descansar después de trabajar más de 24 horas despierta, me merezco no poder actualizarme y aprender para tratarle a usted, me merezco no ver a mi familia y que me trasladen de isla. Pues debo estar haciéndolo fatal. Querido paciente, hay 446.357 políticos en nuestro país, por lo visto necesitamos tres veces más gente que Alemania para llevar España. Debe de ser un país muy complicado el nuestro. Sin embargo, el Ejecutivo considera que es más importante mantener los sueldos desorbitados, transportes, móviles, dietas y tarjetas de estos señores que su salud. Y para colmo no saben ni lo que vale una radiografía.

insumos-medicos-300x300[1]Exija usted que no se pisoteen sus derechos: usted tiene derecho a tener sábanas y un pijama, a no tener que esperar un año por su operación, a que el médico que lo trate no lleve sin dormir 30 horas. Tiene derecho a que el dinero de nuestros impuestos se gaste en la prótesis que usted necesita para caminar o en el tratamiento de insulina de su hijo y no en el hotel de cinco estrellas de un congresista. Querido paciente: ambos, usted y yo, estamos en la misma lucha, una lucha por un sistema de salud público y de calidad. Ahora es el momento de exigir. Si nos dejamos ir, el sistema de salud que siempre hemos tenido, desaparecerá para siempre. Tanto a los trabajadores como a los usuarios del sistema de salud nos están maltratando, nosotros no podemos seguir trabajando en estas condiciones y usted no puede seguir sufriendo las consecuencias de estas condiciones. Los trabajadores solos no podemos contra esta situación. Únase a nosotros y luchemos por lo que es nuestro; si dejamos morir la Sanidad pública, ya no la recuperaremos más. Contamos con su apoyo?

Por favor, difunde estas reflexiones de la doctora, nos ayudaran a todos.

Fuente: ataque al poder

 

El reactor nuclear del Banco de España explota

big-bang-35cgdj0nz-88984-530-426La oligarquía financiera ha hundido el país, ha conseguido imponer la destrucción del Estado al endosarle la deuda bancaria en la mayor socialización de pérdidas de toda la historia. Este sindicato del crimen no hubiera conquistado su objetivo sin la colaboración inestimable de sus lacayos: los políticos que en una cofradía de sinvergüenzas se reparten el poder. Los ciudadanos se quedan indefensos frente a esta agresión que no tiene nombre, nos sale más a cuenta romper la baraja que continuar la partida con estos tahúres, con las cartas marcadas, antes que nos desplumen totalmente. Pocos saben lo que nos espera para el próximo año, que lo tenemos a la vuelta de la esquina, el deterioro será espectacular y se tardarán años y años en recomponer la situación. La insumisión es lo único que nos queda, el rechazo a las decisiones impuestas pataleando por separado, cada uno a lo suyo, no sirve de nada. La solución, si es que la hay, está en la convicción de hacernos oír, todos a una, y que en Europa se enteren, de una vez por todas, que los ciudadanos de este país hemos sido engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han endeudando las arcas públicas hasta la estratósfera con deuda odiosa. Han de saber, alto y claro, que no estamos dispuestos a pagar una deuda que no nos corresponde. Existe evidencia documental, expuesta en No quieren que hable (post de este mismo mes) que los inspectores del Banco de España advirtieron en 2005 y 2006 de la explosión que se iba a producir en las finanzas españolas por la concentración de préstamos y créditos inmobiliarios en los bancos y sobre todo en las cajas de ahorros embutidas de políticos que habían utilizado el cargo para forrarse en negocios del tocho. La media del sector bancario con riesgo en ladrillo era del 60% de sus créditos, la Caja de Ahorros del Mediterráneo CAM llegó al 90%. Así le fue.

consumism..Estos truhanes han hundido el país con la pasividad de una población sumisa que es engañada por unos medios de comunicación en manos del poder económico, lo curioso de la mentira proclamada es que es difundida por aquellos mismos que son de los primeros en conocer el camino de la puerta y la precariedad del desempleo: los periodistas. Estos personajes por mantener su culo en la redacción han tragado carros y carretas y su fuerza de conjunto, aunque fuera a través de los colegios de periodistas, se ha diluido en nada. Si un día se pasan cuentas en este país, a los periodistas se les tendrá que preguntar por su actuación colectiva. De momento, agua pasada no mueve molino, será la ciudadanía la que se tendrá que recomponer, en esta situación descontrolada, con el agravante de la inacción que sólo ha hecho que agravar la situación. Son los medios de comunicación, si están al servicio de la población, los que deben de informar de las astracanadas de quienes gobiernan: en estos principios se basa la democracia, si esto falla la democracia es de cartón piedra, un decorado de un mundo fantástico donde la justicia es para aquellos que ostentan el poder. No me voy a dejar llevar por la palabrería que todo el mundo, a estas alturas de la película, ya sabe quien son los malos, quisiera ir al núcleo de la cuestión contestando a la pregunta ¿Cómo es posible que nuestros representantes en el Congreso de los Diputados envíen el país a hacer puñetas para salvar a los bancos? Se podría preguntar de otra manera ¿Qué clase de democracia es esta que quienes no han sido votados imponen sus condiciones contrarias a la subsistencia de la población? Hasta ahora se creía que en el Parlamento residía la soberanía nacional. Como jarro de agua fría resultó que la soberanía se había ido de vacaciones sin saber si algún día va a volver.

381647231[1] (2)Me gustaría saber y poder explicarlo sin la dosis de ApocalÍpsis que conlleva. Esta tropa, que circula en la misma limusina, se percataron que todas las consignas y postulados con los que se reconfortaban unos a otros mientras se forraban, tales como “la vivienda nunca va a bajar de precio” no era verdad. Cuando se empezaron a presentar criticas en la prensa escrita internacional como las del New York Times anunciando que el batacazo inmobiliario español era ineludible, o también cuando se encontraron encima de la mesa los informes del los inspectores del Banco de España, o cuando la revista The Economist advertía del sobre endeudamiento de la banca española, se encontró con los oídos sordos del gobierno de turno que no estaba dispuesto a atajar el volumen de la música ya que con ello se acababa la fiesta. El recalentamiento continuó hasta que el reactor nuclear de las finanzas españolas explotó: las cajas de ahorros, donde los políticos estaban cómodamente instalados chupando la sabia de estas instituciones hasta llevarlas a la quiebra, representaban el 50% del sistema y el otro 50%, los bancos sino están ahora en quiebra están en agobiante suspensión de pagos. Unos y otros se endeudaban en los mercados extranjeros de capital a uno, dos o tres años y constituían préstamos hipotecarios a 20 o 30 años sino más. Esperaban, inocentemente, en un clásico de los rollos patateros que se habían dotado: “el aterrizaje suave” con lo que esperaban controlar la situación. No fue así, y perdieron el control en un “aterrizaje en picado” que no es aterrizaje ni es nada. Resultado: ¡Se estrellaron contra el suelo! A estos personajes no les importa que el destino les lleve al hundimiento bajo aguas profundas o a estamparse contra el duro suelo como los personajes de los dibujos animados que por dura que sea la caída se recomponen al momento.

images[1]Veamos, como estos tipos disfrazados del Mortadelo de turno resuelven la situación. Los políticos pretenden que su responsabilidad en el hundimiento de las cajas de ahorro se diluya en nada y como ejemplo la más sonada: Bankia. Desde el primer momento, los responsables de economía, se aventuraron a decir que se aplicaría “el dinero que hiciera falta” para recuperar la entidad financiera. La aplicación del dinero sin límite ni tasa es más que un indicio de que lo importa es poder salirse de la astronómica quiebra por el método de chaladura de juntar varias cajas quebradas para “parir” una mayor. De este asunto de Bankia estoy preparando un artículo en el que para nada coinciden las cantidades que se dicen entregadas a este banco con las que resultan comprometidas. La diferencia es extraordinaria por lo que lo repaso una y otra vez. En definitiva, a los de la limusina no les importa el coste de reflotar Bankia ya que sólo les importa eludir las responsabilidades políticas que llevaría a las cúpulas de los partidos políticos a la cárcel. Los banqueros más de lo mismo. Pretenden continuar en sus puestos como si nada hubiera pasado y que los enormes errores cometidos por tratar de ser los más grandes cuando cada día se abrían cinco oficinas bancarias queden en el olvido. El milagro consistía en transitar de la precariedad de las finanzas españolas y en unos pocos años superar la economía de Italia y proclamar a los cuatro vientos que se iba por superar a la de Francia. ¿Cómo iban a reconocer una crisis en plena fiesta? Emilio Botín se pronunciaba y en el Banco de España le seguían al pie de la letra: “no hay que pinchar la burbuja, tan sólo desinflarla”. Bueno, pues se equivocaron de pleno ¿Qué solución plantearon para salir bien parados? Pues, continuar con lo mismo ya que les ha dado un magnifico resultado y la población seguía anestesiada y no le importa que se cargue a sus espaldas una deuda que se tardarán, con mucho sacrificio, varias generaciones en salir de esta situación.

tumblr_lcxij3c9NX1qzlgueo1_500Una vez determinados los actores, políticos y banqueros veamos la representación teatral en un guión escrito para satisfacer las iniquidades de todos ellos. Los banqueros, una vez que sus financiadores se han percatado que el dinero prestado está enterrado en una montaña de ladrillos que no tienen comprador se lo ven venir: los mercados de capital se cierran para los bancos y cajas de ahorro españolas, es en ese momento, que echan mano al dinero depositado de sus clientes: el engaño de transformar cuentas de ahorro a plazo en las extravagantes participaciones preferentes. No les importó robar mientras pudieran mantenerse en la cresta de la ola y en sus poltronas a la espera del “aterrizaje suave” que sin hacer nada lo iba a solucionar todo. Cuando los vencimientos de la deuda con los bancos extranjeros caía mes a mes y año a año se recurrió a renegociar la deuda con el aval del Estado, cuando la cosa no dio más de sí y se crearon los más variopintos mecanismos para inyectar dinero a los bancos ninguno era suficiente para resolver el problema del tremendo agujero y es entonces cuando se crea una nueva burbuja asentada en la deuda soberana. Los bancos no tienen financiación externa y el grifo se cierra, tiene que ser el Banco Central Europeo que en un alarde de tirar la casa por la ventana proporciona la descomunal cifra de 350.000 millones de euros a los bancos. La descomunal cantidad es posible que tan sólo sea una anotación contable para cubrir vencimientos de deudas con la banca alemana y francesa. El montante no es suficiente y se habla de los 100.000 millones en una supuesta línea de crédito de la que ahora se han cubierto 40.000 millones que llegan a los bancos pero que tienen que pasar por el endeudamiento del Estado. Ahora vamos a la espiral. Como el Estado español tiene prácticamente restringido la colocación de bonos, es más el mercado internacional ha soltado lastre con los que han vencido, son los bancos españoles los que cubre la mayoría de las emisiones.

watermill[1]El círculo venenoso esta en marcha como un maldito carrusel que desembocará en una explosión de deuda soberana impagable. El mismo dinero, entregado por el BCE, se asume como deuda soberana y se le regala a los bancos y estos muy ufanos se lo prestan al Estado (adquiriendo bonos) a unos buenos tipos de interés del 5 o 6% bajo el postulado de estos sinvergüenzas que han llevado el país a la mierda al sostener que el “dinero público no es de nadie”. La decisión de la CE de poner fin a la supervisión bancaria por parte del Banco de España es más que un indicio de que la negación de la realidad ha estado en manos de los políticos que supeditados a los señores del dinero han dejado que la fiesta continúe hasta acabar en la explosión de la finanzas españolas. Quizás, la supervisión bancaria por la CE pueda ser una solución de futuro aunque para nosotros es demasiado tarde. El mal esta hecho. Hemos pasado de ser uno de los países menos endeudados a tener una deuda impagable que pronto llegara al 100% del PIB. Una deuda soberana de un billón de euros no podrá ser pagada por una población cada vez más empobrecida. Los intereses de la deuda, que me gustaría hablar en el siguiente post, absorben tal cantidad de recursos que empobrecen los Presupuestos Generales del Estado en prestaciones sociales, y como el pez que se muerde la cola necesita de nuevos préstamos para equilibrar el presupuesto que a la vez generan más intereses. Japón, tiene una deuda soberana altísima pero no preocupa a nadie ya que está financiada por los propios japoneses que muy satisfechos depositan sus ahorros en el Tesoro japonés. El “Mercado”, ese monstruo insaciable que especula con la prima de riesgo de España y que ha conseguido que PP y PSOE cambien la Constitución para que el monstruo tenga preferencia, por encima de las necesidades básicas del país, en cobrar sus deudas lo dice todo. Para aquellos más interesados VerGolpe de Estado programado a seis meses (1)en los archivos del mes de enero. La diferencia entre ricos y pobres es la mayor de Europa y tal como se han puestos las cosas sigue creciendo por este tortuoso camino por lo que serán millones las personas con riesgo de la exclusión social. ¿Cómo es posible que nuestros representantes nos traicionen por salvar sus carreras, por salvar sus partidos, y por salvar su tren de vida? La miseria moral de esta gente no tiene parangón.

yo no me como la deuda copiaEl diabólico método de regalar dinero a los bancos, asumiendo las ingentes cantidades como deuda del Estado, para después retomarlo como préstamo exigible por los mismos bancos a los que se le ha regalado el dinero sirve para solventar sus problemas pero arruina a la población. Se han refinanciado todos los vencimientos por este perverso procedimiento que supone 4.000 millones de euros por semana. Aquí tenemos la respuesta al empecinamiento del gobierno en entregar el dinero a los bancos: salirse de rositas enviando el país a hacer puñetas. Lo hacen, por la sencilla razón de que no hay quien les pare los pies. Los millones de parados, los miles de desahuciados, los recortes en sanidad, educación, la inestabilidad familiar, la perdida de futuro, el consumo de ansiolíticos tiene el origen en los informes de los inspectores del Banco de España que se fueron acomodando, perdiendo la objetividad, a lo que suponían que entusiasmaba a sus jefes: “No hay problemas”. No tan sólo se acomodaban al mundo feliz de la banca sino que los informes iniciales eran resumidos por los mandos intermedios para que llegaran a la alta dirección “buenos, bonitos y baratos”. Tanto se acomodaban y alteraban en este resumen que los miembros de la Comisión Ejecutiva ni se enteraron que el mundo se venía abajo y que el reactor nuclear de las finanzas españolas había explotado. La insumisión es lo único que nos queda a los ciudadanos de este país. Hemos sido vilmente engañados por nuestros políticos y por los rateros del poder económico. Han de saber que no estamos dispuestos a pagar una deuda odiosa que no nos corresponde

Conmovedoras palabras de un padre

68983_142294715816731_3702820_n[1]Mi nombre es José Carlos, bueno, en realidad aquí donde estoy no tengo nombre. En la planta de oncología pediátrica del hospital Virgen del Rocío, los papas no tenemos nombres, nos llamamos por el nombre de nuestro hijo. Por eso aquí, soy el papa de Valeria Adorna de 3 añitos que hace tiempo comenzó a sentirse muy mal y fue diagnosticada de una cosa con un nombre muy feo, en su abdomen, que no soy capaz de pronunciar. Por desgracia para ella, y para toda la familia, hemos tenido que afrontar una de las experiencias más terribles que una familia puede vivir. Nadie está a salvo de eso, de repente un día te levantas y nada vuelve a ser lo mismo, tú única suerte es que están ellos y que están por todas partes. Recuerdo el primer día que llegue a esa planta, el equipo médico de oncólogos, pediátricos y todo el personal sanitario, nos cogió fuerte la mano y nunca más nos la soltó. Ellos sí que saben de esperanza, pero de esperanza de verdad, de esa que te permite levantarte por las mañanas y te hace soñar con un mañana mejor. Esa esperanza a la que te agarras cuando ves cómo tu pequeña pierde peso, se le cae el pelito, tiene vómitos… en definitiva, no es la misma que hace unos meses cuando jugaba en el parque. Todo en ella ha cambiado, todo menos la alegría y las ganas de vivir que el personal de esa planta le inyecta cada día. Son ángeles, personas que tienen un don especial para poder soportar las peculiaridades de cada caso y para tener el valor de seguir sonriendo cada día.

Por desgracia somos un caso de los más de cien que atienden en esta planta en un solo año. Suerte que están ellos y que están por todas partes. Día a día los ves al límite, por desgracia no pasa un día que no venga un amigo nuevo a la planta a veces incluso varios, a todos los arropan entre sus alas.  Aún recuerdo y nunca lo olvidaré el primer día que entre en aquel lugar. Cuando le diagnostican algo así a la persona que más quieres en este mundo, pierdes el control de tu vida. Te conviertes en un barco a la deriva sin saber por dónde tirar, hasta que Palma, Eduardo, Nacho, Cati, Gema, Elena, Ana, José Antonio, Israel, Rosa, etc., etc., entran en nuestras vidas. Entonces se convierten en nuestros guías, en nuestro faro, nuestra luz y nos van dando las pautas para que no te pierdas. Para que puedas estar a la altura de la situación ya que su apoyo es muy importante para la pequeña. Nosotros tuvimos suerte, porque cada vez que nos invadía una duda, problema o complicación, ellos estaban ahí, al pie del cañón.

Pero hoy nos hemos levantado con una noticia que ha sobrecogido nuestros corazones, el personal sanitario que atiende el hospital infantil se ve drásticamente reducido. La oncóloga de Valeria, y otros muchos compañeros que han reconducido muchas vidas, les sientan una semana en su casa porque al parecer no hay dinero suficiente para pagarles, dicen que los médicos que se quedan pueden asumir toda la carga de trabajo, guardias, sábados, etc. Pobres padres que, cuando se vean perdidos en esta enfermedad tan compleja, vayan a la unidad de oncología, a ecografías, a cirugía y le den cita para unos meses por el exceso de trabajo, porque haya menos oncólogos, cirujanos, pediatras, enfermeros… y se hagan menos pruebas a estos niños cuyos padres esperan con angustia esos resultados. Pobres médicos y enfermeras que, sabiendo las necesidades de esos niños enfermos, no puedan cubrirlas con los medios que tienen a su disposición. Y sobre todo, y lo peor, pobres niños que les toque pasar por esto en un momento de “recortes” y “crisis” de la que son los menos culpables de todos.

Quiero que recapacitéis sobre lo que, dentro de un hospital, se puede o no recortar. Supongo que tendrán unos objetivos de recortes pero quiero que sepan que hay objetivos que no se pueden cumplir por mucho que vengan impuestos, sería importante que las personas que os lo piden lo supieran. Que lo trasmitáis, con nuestra voz y de nuestra mano. Ruego que hagáis seguir mi carta a donde haga falta para que puedan entender los que mandan, y sin que tengan que pasar por ello, lo duro que ya de por si es tener un hijo enfermo, para que los recortes lo hagan aún más duro, y lo que es peor, pueda traer consecuencias graves por la falta de pruebas o el saturamiento de quirófanos y del personal. Ruego que la persona que lea esto se ponga por un momento en la piel de nosotros, los padres, y que si tienen hijos, los pongan en la piel de esos niños y que me digan, con la mano en el corazón, si estos recortes son de verdad indispensables y no podéis con vuestros estudios y recursos buscar alternativas a esta situación. Por favor, que los recortes no sea a costa de la calidad de vida y la salud de nuestros hijos, algunos de ellos en la última etapa de su vida. Gracias por su atención y por dedicarme su tiempo en esta época de sobrecarga de trabajo. Un saludo. José Carlos.

Hay muchas partidas donde realmente se puede y se debe recortar, sin tocar los tres pilares básicos del Estado de Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales. Por favor, hazlo circular y habrás hecho mucho por crear Conciencia …

Fuente: Ataque al poder

 
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Manifiesto del Juez Vidal